Camacol emprendió su estrategia para masificar la construcción de edificaciones sostenibles en Colombia.
De acuerdo con las proyecciones del programa de ejecución de la estrategia EDGE, esto representará un ahorro de 2.6 billones de pesos en el pago de los servicios públicos de agua y energía para los colombianos en los próximos 7 años. La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), como socio local de la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Grupo Banco Mundial, puso en marcha un ambicioso plan para articular la cadena de valor de la construcción en un propósito común: la transformación de la construcción de edificaciones hacia una actividad que involucre diseños, materiales y construcción mediante altos estándares de sostenibilidad ambiental.
Para cumplir este objetivo, desde hace un año Camacol fue seleccionado por IFC para ser el socio en Colombia de su certificación para construcción sostenible EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies, por sus siglas en inglés), con el fin de promover diseños, materiales y procesos constructivos con parámetros internacionales de sostenibilidad. Desde entonces, el Gremio inició la creación de una nueva estructura operativa, funcional y organizacional para hacer realidad este propósito.
“Todos estos pasos previos son estratégicos para asegurar un proceso de certificación de alta calidad y alineado con la realidad del mercado colombiano. Actualmente contamos con una estructura definida para alcanzar las metas establecidas, así como los aliados técnicos estratégicos para operar eficientemente la estrategia EDGE en Colombia. Nuestro objetivo es movilizar la cadena de valor hacia nuevos estándares internacionales y masificar las edificaciones sostenibles en las regiones del país a través de la certificación EDGE”, asegura la presidente Ejecutiva de Camacol, Sandra Forero Ramírez.
La meta que se han propuesto Camacol e IFC para el 2024 es que una de cada cinco edificaciones estén certificadas con EDGE, estas edificaciones tendrán que alcanzar como mínimo ahorros de un 20% de energía, 20% de agua y 20% en la energía incorporada en los materiales de construcción, respecto a la línea base de consumos en edificaciones de Colombia para obtener el certificado.
La implementación del plan de ejecución de la estrategia EDGE, representará un ahorro de aproximadamente 64 millones de Kilovatios hora de energía en 7 años de implementación y 941 millones menos en el consumo de metros cúbicos de agua en el mismo periodo. Estas cifras representan para los usuarios de las edificaciones certificadas con EDGE, ahorros de 2.6 billones en el pago de los servicios de agua y energía.
Para Kristtian Rada, líder del Programa de Ciudades y Negocios Sostenibles de IFC para Latinoamérica y el Caribe, “la certificación EDGE busca impulsar la construcción sostenible a través de una herramienta asequible, práctica y hecha a la medida de las necesidades del mercado local, complementando las certificaciones existentes. Esta certificación innovadora, permitirá que el sector privado pueda optimizar el proceso de diseño y construcción, implementando medidas prácticas para el ahorro de energía y agua en las nuevas edificaciones”. Asimismo, resaltó “es muy satisfactorio que el gremio de la construcción (Camacol) sea nuestro socio local promoviendo este nuevo mercado, que va en línea con los compromisos adoptados por Colombia de lucha contra el cambio climático. La implementación de esta iniciativa cuenta, adicionalmente, con el apoyo de la Embajada de Suiza en Colombia – Cooperación Económica y Desarrollo (SECO)”.
“En este proceso de cambio es donde estamos enfocando los esfuerzos. Buscamos mostrar el valor que tiene EDGE para cada uno de los actores de la cadena que interviene en el desarrollo del proyecto. Vamos en la dirección de lograr que, además de los desarrolladores, las entidades financieras, la industria proveedora de insumos, el Gobierno Nacional y las administraciones municipales, los compradores de vivienda apropien las oportunidades que existen en torno a la construcción bajo parámetros de sostenibilidad. Esto generará rentabilidad social, ambiental y económica para todos”, concluye la Ejecutiva del Gremio.